Papa Franciscvs
- Conferencias y textos
- 11 may
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Francisco, comienzo de una era.
Lo que observamos con el fallecimiento del Papa Jorge Bergolio marca un hito de la visión de la iglesia en relación no solo a lo social, en un profundo giro de discurso, sino además una apuesta decidida de cambio de continente y que se ve ratificado con la elección Robert Francis Prevost.
La elección es sin duda sagaz, se apuesta al continente americano donde hay un mayor número de fieles católicos creyentes y no escépticos como en europa, pero no es solo eso.
La elección de obispos a pie de calle, en las barriadas de la pobreza, es un giro consustancial en lo que han sido los últimos siglos de elecciones pontificias.
Joseph Alois Ratzinger es un Papa de la congregación de la fe, de lo inquisitorial, de la libertad humana frente al Espíritu Santo orientando elecciones en la Capilla Sixtina; es en definitiva el teólogo de la duda de Dios.
Pero estos dos últimos curas son los de la certeza, los vicarios de los necesitados y de la pobreza; más que intelectuales reflexionando sobre Dios, lo divino y lo mundano. Y esto a pesar de las sensibles diferencias entre el jesuita del trabajo obsesivo, evangelizador en la ayuda al necesitado y el agustiniano, qué en su intelectualidad matemática, en su cúpula de la “Ciudad de Dios”, de manera esquiza también se coloca en la evangelización del barro.
Son por lo tanto dos perfiles sensiblemente diferentes, ubicados entre la pasión latina del trabajo en un decir frontal fuera de las formas y el protestantismo metódico del pensamiento ponderado del hacer, pero en la misma convicción; la misma apuesta por la certeza de Dios y el trabajo “arremangado” a pie de calle con los más necesitados.
Pero esto no es para nada una simple anécdota de la historia, sino el retorno con fuerza del discurso del cristianismo y fundamentalmente el de “La Iglesia Verdadera”, es decir del catolicismo en este siglo XXI y ya anunciado por Jacques Lacan en los años 60 del siglo pasado.
Vamos rumbo sin duda, después de casi cien años de declinación del nombre del padre y atomización de los vínculos sociales, a un retorno más consustancial de ese Padre degradado y el autoritarismo.
Mensajeros de la paz y la ayuda a los necesitados de un mundo en horizontes de guerras, manipulaciones sociométricas globales, falta de recursos para todos en el crecimiento desenfrenado y cambios climáticos profundamente hostiles.
Retorno con fuerza de las creencias religiosas con una obscuridad no menos contundente.
Barcelona, 11 de mayo de 2025.
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